VIERNES 15 DE ABRIL.

   Hoy debía ser un gran día… Un gran día… Era viernes, había llegado temprano a clase, el bocadillo estaba rico y había aprobado biología Pero la esperada tarde se oscureció por  un absurdo anuncio en la calle, así que un ejército de pensamientos me invadió y decidí bajar al Castillo para olvidarme de ello  aunque no podía. De camino a la plaza del Castillo eché una ojeada haber si divisaba algún conocido, pero apenas vi a alguno. Cuando llegué te vi,  sentado en la fuente. Mi amiga sacó los cartelitos de “abrazos gratis”, los cuales eran de una absurda apuesta. Sorpresa la mía cuando te abalanzaste y me abrazaste (más bien magullaste). Aquel “efusivo” abrazo hizo olvidar lo antes recordado de aquel pasado mes de enero. Por unos momentos deseé que no te separases, porque aquel recuerdo atacaría de nuevo mi mente, pero no fue así. Una extraña calidez desterró a la frialdad ya adquirida  en La Plaza Weyler, una extraña sensación de calidez, que verdaderamente nunca había sentido… ¿Sería por la efusividad de aquel abrazo o por la simpatía y simplicidad de él? Un abrazo sin mentiras, sin cosas que ocultar, un abrazo natural, efusivo y verdadero, algo que muy pocas personas ofrecen a lo largo de sus vidas. Gracias por aquel reconfortante abrazo Rober.

Sin título 2 .__.

¿Sabes cual es la sensación de culpabilidad? Es cuando tu corazón se encoge, tu garganta se hace un nudo y tú empiezas a morir lentamente por dentro... ¿Nunca lo has sentido, nunca te ha pasado que te quieran pedir perdón y tú por orgullo rechazarlo y luego sentirte así? Cuando finges lo que no eres...¿No te sientes culpable? Me he dado cuenta de que en la KDD muchos culpables sonríen ampliamente, como si estuviesen inmaculados aún estando cada milímetro manchados, muchos infieles, demasiados mentirosos.

Sin título 1._.

   Desde hace unos días me prestas más atención que antes, y eso me gusta, antes nos limitábamos a saludarnos y ya cada uno por su lado, con su grupo en la KDD. Ese día, por poco tiempo que estuviésemos juntos, me encantó, porque descubrí tu agradable sonrisa y tu sentido del humor desgastado. Ese día empecé a sentir algo por ti, pensé en una mera atracción de pacotilla, pero me he dado cuenta de que va más allá de lo físico...Tu forma de ser, tu encanto, tu calidez... Cuento los días para que sea viernes o sábado y poder verte, a lo mejor ni te des cuenta o no sientas lo mismo, pero me siento feliz a tu lado y con eso me basta, con verte sonreír.
Quiero que sea Semana Santa y poder quedar algún día contigo...No, viernes o sábado, sábado, con eso me conformo, aunque ansío las vacaciones.