Los chicos y las chicas nunca podrán ser amigos.

Al menos en mi caso.

Me tumbé en la arena -que se colaba por mi camiseta y me molestaba, pero la ignoraba- El agua del mar se acercaba peligrosamente a mis pies, pero también lo ignoraba. Cerré los ojos y me concentré en una cosa: mi penosa vida. Mi vida no tenía buen curso desde hace año y medio, cuando Thomas se fue. Desde entonces mi vida no ha sido nada. Mi cabeza albergaba un desorden emocional tan inmenso que podría tumbar al mismísimo Hulk con solo gritar. Era un día de verano, sin embargo había brisa, una brisa fresca que hacía que la dichosa arena me azotara en la cara con un extraño sentimiento de vagueza. Tampoco me importaba, seguro que te lo imaginabas. El agua del mar me bañó hasta cintura, el tacto de la ropa mojada pegándose sobre la piel es verdaderamente incómodo, dentro de unos minutos lo sería más. "Maldito niñato" Pensaba cada vez que el nombre Thomas se formaba en mi mente. En verdad él nunca supo nada, pero me reventaba que aún demostrándoselo no lo supiera. Hay que ser... ¡Oh! Un cangrejo se ha dispuesto a hacerme una visita, ¿me querrá picotear o simplemente pasará de lado? Se ha quedado a medio camino. Quizás se haya distraído con algo al igual que yo he hecho con él. Lo siento, me distraje, ¿por dónde iba? Bah, ya no lo recuerdo, pero me apetece hablar de las tontas costumbres de Tom:

La primera: No le pone azúcar al té, le pone miel.
La segunda: Su manía de subirse las gafas cada dos por tres.
La tercera: Cambiaba de sitio el mando de la T.V "".
La cuarta: Cambiaba de canal cuando había mucha tensión en una película.
La quinta: Si tocaba su móvil, lo volvía a poner en su posición.

Y... No sé qué pinto en una playa mientras atardece y recuerdo cosas de Thomas. Como ya lo habrás notado, tampoco me ha importado, pero ahora sí que empiezo a tener frío. Si me disculpáis, nos vemos mañana en el parque, probablemente está tumbada debajo de algún árbol mientras pienso en lo mismo e ignoro todo lo que ocurre a mi alrededor. Esa es mi rutina, que me haya acostumbrado no significa que me guste.


0 comentarios:

Publicar un comentario