Me cantó la historia una y otra vez, añadiendo patéticamente terror barato

  Corría patosamente hacia el final, sin mirar hacia atrás, le perseguían y tenía miedo (¿De qué?) No sabía lo que se hallaba detrás de ella, corría al mismo tiempo (¿Su sombra?) Las calles estaban fantasmagóricas, hacía frío y temblaba. Se tropezaba pero se levantaba.... Llegó a un callejón sin salida... Era presa fácil... De un gato hombre con unas garras cuchillas amenazadoras y afiladas, creía que se las clavaría sin piedad alguna, pero fue cuando el ruido de un coche en marcha asustó al gato  apareció aquel joven, valiente y desafiante que retó al asesino y le salvó de la muerte segura .

0 comentarios:

Publicar un comentario