"Realmente me recordaba a la navidad, era como estar en pleno Diciembre; las calles repletas de personas, el agradable frío que roza tu piel sin penetrarla, las luces de los decorados navideños. La Laguna estaba más que agradable, era una escapada a un sitio que no conocíamos apenas, saliendo de aquel pequeño jardín al que estábamos acostumbrados, escapando de lo monótono. Paseábamos tranquilamente hasta que nos encontramos a un grupo de conocidos y nos marchamos con ellos, ¿sabes qué es irte pensando que recuerdas el camino y que no sea así? Nos perdimos completamente, aunque estuvo bien eso de desorientarse; en una de las tantas calles por las que pasamos sin rumbo fijo había un grupo de músicos tocando, era algo que normalmente no solíamos ver en los sitios que frecuentamos en Santa Cruz, así que nos quedamos un rato. Quizás nos pasamos unos quince minutos ahí escuchando, pero valió la pena. Tocan cada sábado en las calles para darse a conocer y no estaban mal, siempre se empieza por ahí para acabar en un gran escenario.
Miré al cielo, me gustaría ver nevar, nunca he visto la nieve caer y no estaría mal que hubiera sido en ese momento, aunque probablemente ellos no hubieran tocado. La nieve pegaba con el ambiente; los niños corriendo y riendo, alguna que otra pareja, fotógrafos capturando determinados momentos de la vida… Seguramente nos volvamos a pasar otro sábado por La Laguna, querré volver a repetir esa sensación de estar calles donde la navidad se hace notar."
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